jueves, 27 de noviembre de 2008

Problemas de vocación











Quisiera saber si todos en un momento u otro de la vida dudan de las elecciones de carreras, es decir de las profesiones que estudiaron. ¿El auditor odontológico siempre soñó con sentarse a revisar si están bien pedidas las órdenes de otros colegas?, ¿el vendedor de zapatos siempre quiso tocar olorosos y sudados pies?, ¿los hombres y mujeres que trabajan en las fábricas en empaque, por ejemplo poniendo los prospectos dentro de diminutos estuches de remedios siempre imaginaron que desarrollarían esa tarea? La respuesta es bastante obvia, sin embargo ahí llegamos, al punto de que nos preguntamos qué estamos haciendo con nuestras vidas. Cómo cambiar la dirección de lo que hacemos cuando tenemos la premisa de poner comida en la mesa o pagar el alquiler. Por mi parte, más que dudas acerca de mi soñada vocación, tengo un dolor de cabeza constante, como un zumbido perpetuo, quizás sea mi conciencia. Todos creen que los docentes tienen una vocación, un llamado divino, un don que lo acompaña desde el nacimiento, sin embargo nada de eso sucede, es sólo una representación en el imaginario común. La docencia, por más bella profesión que sea, por mayor reconocimiento que signifique, es un trabajo y parece una mala palabra decir que está mal remunerada. No llego a fin de mes y veo como, sin querer hacer comparaciones porque dice el dicho que siempre son odiosas, otras profesiones provocan en quienes las estudian un estándar de vida que yo no puedo tener. Trabajo en una escuela para adultos con alumnos sumamente totalmente excluidos en situaciones de vulnerabilidad social y riesgo socioeducativo, y también en la universidad. De un lado y del otro del río, intento construir un mundo mejor. Leo en clase textos de Cortázar, de Sábato, de Miguel Hernández, les llevo reproducciones de Klimt y de Monet a los alumnos y música de Serrat y Liliana Herrero, quiero que conozcan lo bello, que puedan disfrutar de lo bueno en la escuela. La biblioteca de la escuela, por ejemplo hace 10 años que no recibe una donación del estado o la provincia. Es indignante y frustrante muchas veces sentir que remas en yeso, que no se valora lo que haces y peor aún que mendigás una vida mejor. Y no es que yo me haya cruzado de brazos, terminé una carrera de grado y otra de posgrado, sin embargo mi sueldo no equipara lo que he estudiado, lo que he invertido en capacitación -sin lugar a dudas personalmente me enriquece y me hace florecer- pero no podré devolvérselo nunca a mis padres, a mi familia. A pesar de todo, creo que los docentes no debemos rendirnos, debemos pedir más en todos los sentidos, pedir mayor compromiso a todos los que nos rodean, una gotita a la vez, un granito de arena a la vez hace la playa, dice el dicho. Creo que debemos dar la mano en el camino y no salvarnos -como dice Benedetti-.

Perdida por LOst




Desde que comenzó la serie me gustó todo -me convertí en fan-: estética, tema, suspenso, actores, intriga, música, referencias a libros, es decir, todo. Cada temporada era mejor que la anterior. Cada secreto develado me volaba la mente, sobre todo por el programa Dharma y lo que implicaba. Comenzaron las teorías. Con Julián, mi hijo, cada vez que termina el programa tenemos un rito: bailamos con la musiquita tétrica hasta que la tensión termina con BAAAAD ROBOTTTT. Nos encanta.
Sin embargo, terminó la temporada del año pasado y no entendí qué pasó, no entendí nada. No sé a dónde va la historia, no sé quién es bueno y quién es malo, no sé siquiera si me sigue gustando la serie, sobretodo después de la muerte de Charlie y volviendo como fantasma para Hurley. No entendí por qué Locke está muerto y cómo llegó a tierra y nadie fue a su entierro, no sé nada. Quién es Jacob, por qué asume la figura del padre alcohólico de Jack y Claire por qué deja a su hijo para quedarse en la isla. ¿Sigue siendo ella? Habrá que esperar como siempre y darnos cuenta de que todas las conjeturas no sirven y que los guionistas saben a dónde quieren llegar. ¿Cada pieza en su lugar?

miércoles, 26 de noviembre de 2008

¿Suficiente tolerancia al fracaso?




Yo sé que no tengo tolerancia al fracaso, quiero sobreponerme con entereza a los embates de la vida, pero día a día, año a año siento que soy más cobarde, menos arriesgo -ya sé, menos gano-, más frustrada, más envidiosa... más codiciosa... anhelo librarme de la presión -opresión- del exitismo posmoderno, pero no puedo. Quiero más, quiero que no me importe el qué dirán, quiero mirarme al espejo confiada de que lo que me devuelve la imagen, ya que representa quien soy -¿quién soy?-. No es verdad, estoy mintiéndome a mi misma, quién no quisiera ser aquel/la sujeto/a que todo lo logra, a quien todos miran con admiración, no por su inteligencia o sagacidad, no por credibilidad o ética, sino por su aspecto -carisma-, dinero o poder. Sobre todo esto último, por eso tengo un hijo de cuatro años y ya tengo que planificar a qué escuela va a ir cuando esté en la primaria, porque de eso -de las conexiones- dependerá que consiga un crédito o un buen trabajo en el futuro. Para los que como yo se regodean con el fracaso, les recomiendo la película Pequeña Miss Sunshine.
No tengo tolerancia al fracaso, quiero tenerlo, porque eso supondría que puedo tomarme la vida con calma, que no me preocupa cada suspiro de la existencia, pero aún no lo logro. ¿Quién conozca el método que me lo diga? Por lo pronto, sigo empujando...

martes, 25 de noviembre de 2008

Caminos del vino




¿Podés amar el mundo del vino sin beber una gota de sus frutos?, ¿será un sacrilegio no disfrutar de su sabor? Estas preguntas parecen de fácil respuesta, a pesar de esto, quiero destacar que siento una conexión desde la planta, la tierra sembrada, imagino que sería feliz cultivando, cuidando las vides, eligiendo las cepas. Lo cómico es que me encantaría participar de degustaciones o ser sommelier, sin embargo, jamás he distinguido un merlot de un malbec. Ignorancia suma. A pesar de esto, todo lo relacionado con el vino me atrae, los procesos de elaboración, los varietales, hasta las películas relacionadas con el tema, una de ellas fue Entrecopas, no sólo porque el guión y los actores son excepcionales, en especial Paul Giamatti, aunque Thomas Hadden Church continúa siendo extremadamente gracioso -y goodlooking, debería agregar-, sino por los lugares, el recorrido de la película es bellísimo y cada parada está acompañada por diálogos inteligentes y adultos. Es así... debe ser un pecado...

Much music y mucho dolor




Excelente banda sonora de Marilyn Manson con el tema "If I was your vampire" en el corto de la película, es que llega Max Payne. Lo que vemos en el trailer nos trae a la mente la estética de Constantine, a mí me encantó el videojuego, por eso la esperaba con ansias, pero por lo que puedo leer en otros blogs no está a la altura de las expectativas. Invito a leer un poco de aquí y un poco de allá, plantean similitudes con Sim City, copias a la técnica de Matrix y total inexpresividad de Mark Wahlberg. La verdad es que desde el estreno de Sim City no veo la necesidad de pagar la entrada para ir al cine... lamentable...

Una mirada sobre la lectura




Abstract: Los libros-álbum constituyen una puerta de acceso a múltiples reflexiones sobre una trama textual de difícil clasificación, pero de indudable goce estético tanto para adultos como para niños. Sin recurrir a debates históricos sobre si pertenecen o no a la literatura infantil y qué determina dicha categorización, los libros-álbum conforman un binomio perfecto: narración e imagen. Aquellos que se acercan a la lectura de estos breves textos, se ven interpelados por la convivencia de lenguajes, aceptando el desafío. Los escritores de libros-álbum apuestan a generar una transformación literaria mediante la incorporación de manera consciente y planificada de heterogéneos procedimientos retomados, por un lado, de diversas modulaciones de los relatos brevísimos y, por el otro, de la constitución desde lo visual de un mundo que combina la sintaxis propia de la imagen y su transposición didáctica.


A pesar de que los libros-álbum son un género de reciente auge, la prevalencia de este tipo de textos por sobre otros más tradicionales resulta de su carácter heterogéneo y de su origen binario, ya que los libros-álbum conforman un binomio perfecto: narración e imagen. El editor Daniel Goldin[i] de Fondo de Cultura Económica, a cargo de la colección de “Los especiales A la orilla del viento”, plantea que:
El álbum es un género editorial que pone en crisis nuestro acercamiento a la lectura. En el juego entre imágenes, palabras y silencio, el álbum trabaja a su lector, quien explora el tipo de lectura que este género propicia y sus ventajas en un mundo saturado de información.
Pero, ¿cómo se lee una imagen? La lectura y la interpretación de las imágenes de los libros-álbum requieren del lector un esfuerzo cognitivo, cierto conocimiento estético, es decir de la composición visual, del color, la línea, la perspectiva y las texturas. Es que “la imagen ya no ‘ilustra’, no clarifica a la letra escrita sino que la expande, contradice, complementa, o transita en paralelo”, destacan Ruth Kaufman y Diego Bianchi
[ii], editora y director de arte, respectivamente, de la editorial Pequeño editor.
Por su parte, la ilustradora y autora de libros-álbum Mónica Weiss
[iii] plantea:
El relato plástico también se puede leer. Leer ilustraciones es un ejercicio intelectual complejo y profundo. La lectura de imágenes de un libro presenta -al menos- dos formas ‘de entrada’: 1. Irrupción: antes de leer la primera letra impresa, ya la imagen global se nos ha introducido sin pedir permiso, instalándonos en el clima general de la obra, definiéndonos su género. 2. Exploración: la imagen ahora es buscada. Con sus secretos, sus otros caminos, sus trampas, sus coincidencias y diferencias con el texto, cada página ilustrada se vuelve un mapa.
Una investigación de campo
[iv] realizada en el año 2002 por Arizpe y Styles (2002:22) con alumnos de entre 4 y 11 años, de escuelas de diversos contextos socioeducativos, en barrios a las afueras de Londres, a los que se les presentó un corpus de libros-álbum de reconocidos autores como Browne y Kitamura, demuestra que dichos lectores tienen “conocimiento de convenciones estéticas”; son perceptivos a la “relación irónica entre el texto escrito y la imagen” y dan cuenta de “aspectos intertextuales y simbólicos en las obras”. Sin embargo, en la misma investigación se plantea que “la mayoría de los adultos ha perdido la habilidad de leer libros-álbum de esta manera ya que ignoran el todo y consideran las ilustraciones simplemente decorativas” (2002:20[v]). Las investigadoras concluyen su trabajo destacando el rol de la educación visual en la institución escolar, pero a su vez reconocen que no forma parte de los contenidos curriculares de las escuelas inglesas, en las que se pone el énfasis en competencias consideradas como “básicas” tales como la gramática y la fonética. Esto limita los desempeños de comprensión de los niños, ya que no aprenden a decodificar, sino a “construir significados”, lo que “les impide adentrarse en la historia y hacer conexiones entre las partes y el todo” (2002:28). Destacan que de esta forma se “descuida una parte esencial de los libros con mucho potencial para el desarrollo de la lectoescritura”.
En los últimos años con el acceso a las nuevas tecnologías, a internet, el surgimiento de la cultura del blog, han generado que esta brecha se haga aún mayor, por lo que los adultos deben someterse a una nueva alfabetización informática y visual. Dice Daniel Ivoskus
[vi] en su texto Vivir conectados. Sociedad, política y comunicación en la era digital que “la sociedad del conocimiento necesita más que alfabetizarse. Requiere de una ‘multialfabetización’, un aprendizaje abierto, plural, que eleve al individuo por sobre la tecnología” (2008:164). Es decir, que el sujeto debe apropiarse de la gramática de las imágenes si pretende tener una cabal comprensión de la cultura de nuestros días. Por su parte, el investigador español Miguel Rojas Mix[vii] plantea en su texto El imaginario. Civilización y cultura del SXXI que “en la civilización de la imagen, el estudio y análisis del imaginario constituyen una opción esencial para entender el mundo” (2006:21). El autor retoma el concepto de ‘imaginario’ para realizar un estudio de la imagen sin cualificación estética, intentando buscar el sentido de la imagen en la cultura actual. Y sentencia: “La imagen adquiere más y más peso en la comprensión del mundo y en el aprendizaje. Pero todavía somos analfabetos visuales” (2006:31).
Entonces, en la era del diseño de la información, las presentaciones artísticas interactivas invaden la red y los ilustradores tienen infinitas posibilidades de expresión. La página en internet del Foro de ilustradores de la República Argentina contiene información de 357 artistas asociados; en ella figuran direcciones on line, blogs personales, cuestiones que permiten difundir en forma permanente la producción, intercambiar información referida a las técnicas, dando un abanico de oportunidades a los artistas, comenzando por el aumento de la difusión de sus trabajos y el reconocimiento de los mismos. Como contrapunto, son pocas las editoriales en Argentina que publican libros-álbum: “La paradoja es tal que autores e ilustradores argentinos que publican en el extranjero, incluso en sellos editoriales con filial en nuestro país, no pueden ser leídos por los lectores argentinos”, plantean Cecilia Bajour y Marcela Carranza en el artículo “El libro-álbum en la Argentina”
[viii]. Entonces, la lectura de libros-álbum es un desafío.
Para entender lo que significa este proceso se debería intentar responder las siguientes preguntas: ¿cuánto significa en el aprendizaje de los niños el trabajo con la imagen? y ¿hay espacio en las instituciones educativas argentinas actuales para trabajar la alfabetización visual de la mano de la alfabetización verbal? El análisis de planes de estudio de carreras de enseñanza de Nivel Inicial en universidades públicas argentinas esboza que dicho espacio sigue siendo tangencial, desconociendo la capacidad de integración de tendencias del libro-álbum, en el que confluyen arte literario y plástico contemporáneo. Daniel Goldin
[ix], por su parte, es escéptico a la hora de plantear una vinculación pedagógica entre los libros-álbum y su uso en la escuela, ya que advierte: “El sentido de la educación con los álbumes, (sería) una educación por cierto muy ligada al silencio. ¿Quién está dispuesto?”, pero reconoce que “al leer un álbum, el niño es presa de dos impulsos contradictorios. Por una parte, la narración lo incita a dar vuelta a la página. Por la otra, la imagen lo retiene”. Es decir que las secuencias didácticas planificadas con este tipo de textos permitirían, por un lado, destacar el valor de la lectura de literatura en la escuela[x] y, por otro, desarrollar y “alentar (en los lectores) la práctica inveterada del fantaseo, la ensoñación y el pensamiento silvestre”[xi]. Por su parte, Donis Dondis en su texto La sintaxis de la imagen. Introducción al alfabeto visual destaca la importancia de la alfabetización visual ya que ésta “permite enjuiciar con criterio propio lo que se considera apropiado y estéticamente placentero […] hace de los que la han alcanzado observadores menos pasivos” (2007:208).
Otros investigadores como Kiefer (2004:55) y Sinatra ponderan la vinculación de la enseñanza de los libros-álbum con la adquisición de la alfabetización visual y refieren el desconocimiento de esto por parte de las instituciones educativas, destacando, además, que “la alfabetización visual es indispensable para pensar” (2004:75).


[i] Daniel Goldin está a cargo de la colección y edición de “Los especiales de A la orilla del viento”, de FCE, en la que se publicaron hasta el 2001 en Argentina libros de excelencia artística y autores de reconocimiento internacional. Cf. Entrevista “El álbum, un género editorial que pone en crisis nuestro acercamiento a la lectura” realizada en la Revista Nuevas hojas de lectura. http://www.nuevashojasdelectura.com/p-indicehl09.htm (31/03/08).
[ii] “Una cuestión de imagen” en Revista Ñ. 15.07.2006. http://www.clarin.com/suplementos/cultura/2006/07/15/u-01233853.htm
[iii] Según Mónica Weiss: “En música, en arquitectura, la noción de contrapunto es frecuentemente usada para analizar obras compuestas por diversas subestructuras, por diversos lenguajes. En tal sentido, con su obligada conjunción entre texto e imagen, el libro ilustrado aparece como un caso claro de contrapunto”. Citado de “El contrapunto en el libro ilustrado” en http://forodeilustradores.com.ar/articles/weiss-01.htm (24/09/2008)
[iv] ARIZPE, Evelyn y STYLES, Morag. “¿Cómo se lee una imagen? El desarrollo de la capacidad visual y la lectura mediante libros ilustrados” en Lectura y vida. Revista latinoamericana de lectura. Año 23, Nº1. Marzo 2002.
[v] Cf. La cita corresponde a Nicolajeva y Scott, citados por Arizpe y Styles, op. cit. Las autoras explican que entienden capacidad visual (visual literacy) como “la construcción activa de significado de experiencia visual pasada junto con mensajes visuales que van llegando” (Conceptos extraídos de Sinatra R. 1986).
[vi] Daniel Ivoskus. Vivir conectados. Sociedad, política y comunicación en la era digital. Buenos Aires: Norma, 2008.
[vii] Daniel Rojas Mix. El imaginario. Civilización y cultura del SXXI. Buenos Aires: Prometeo Libros, 2006.
[viii] Bajour, Cecilia y Carranza, Marcela. “El libro álbum en argentina” en Imaginaria. Revista quincenal sobre literatura infantil y juvenil. N° 107 - Buenos Aires, 23 de julio de 2003. http://www.imaginaria.com.ar/10/7/libroalbum.htm#bajour (07/06/08).
[ix] Daniel Goldin, op. cit.
[x] Teresa Colomer plantea en su artículo “La enseñanza de la literatura como construcción de sentido” que “la alfabetización social diversificó los usos de la lectura y la escritura, la extensión de la escolaridad incorporó sectores sociales para los que las formas habituales de enseñanza resultaban ineficaces, la irrupción de los instrumentos de comunicación audiovisual contribuyó a satisfacer la necesidad de ficción propia de los seres humanos ofreciendo otros canales de formación del imaginario colectivo, y los mecanismos ideológicos para crear modelos de conducta y de cohesión social hallaron también nuevos cauces en los poderosos medios de comunicación. Por otra parte, la emergencia del discurso tecnológico y científico eclipsó el prestigio de las humanidades en una alarmante contraposición que ha llevado a denunciar el fin de la cultura de la palabra (Steiner, 1990)”. Y continúa, “y, sin embargo, la consistencia de la literatura como instrumento de la construcción cultural de los individuos y las colectividades continuaba ahí. El significado, la cultura y el lenguaje son campos de interés central en el mundo actual y ello ha conducido al encuentro continuado de diversas disciplinas con la reflexión sobre estos temas producida desde la teoría literaria a lo largo del tiempo” (2001:3).
[xi] Daniel Goldin, op. cit.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Música del otro lado del río



Jorge Drexler es un artista excepcional, que sabe mezclar como nadie la electrónica y la poesía consiguiendo canciones que siguen la mejor tradición de los grandes cantautores, pero en las que también encontramos texturas únicas, donde la sensibilidad y los ritmos logran hacer un equipo perfecto.

Chico conoce a chica... eterna lucha contra el olvido

Eternal Sunshine of the Spotless Mind
En este película, una chica con pelo arcoiris -Clementine- conoce en un tren a un chico tímido, aburrido y normal -Barish-... altera su vida... le enseña a amar y cuando aprende, ella lo olvida -literalmente-. En venganza, él intenta olvidarla también. Todo se complica... tienen que verla... para despertar del letargo.
"Podés borrar a una persona de tu mente. Sacarla de tu corazón es otra historia".

Doña Regina


Ver y escuchar.

If you dont know me by now

Por siempre, rojo...